Transformó su conferencia en un viaje entre lo humano y lo divino en el pensamiento de la filósofa española.
ngelina Muñiz-Huberman realizó un viaje entre lo humano y lo divino en el pensamiento de María Zambrano. La conferencia de la doctora honoris causa por la UNAM se celebró en la Facultad de Filosofía y Letras, en el marco de la Cátedra Extraordinaria María Zambrano/Filosofía, Poesía, Género y Exilios (UNAM-Instituto Cervantes-Universidad de La Habana) y como parte de las actividades de celebración del Día Internacional de la Mujer.
Tamara Martínez Ruiz, secretaria de Desarrollo Institucional de la UNAM, subrayó: “Qué mejor que festejar tan significativa fecha recordando a una mujer que desafió los cánones disciplinarios y de vida que el status quo quería imponerle y construyó, de esta manera, una obra absolutamente original que transformó los caminos más ortodoxos de la reflexión en torno al arte, a la poesía, a lo divino”
En su conferencia, Muñiz-Huberman fue conduciendo sus reflexiones a los núcleos centrales de la filosofía de Zambrano, a quien la liga un fuerte vínculo tanto intelectual como afectivo. Las unen la vivencia del exilio, el interés por la poesía, la mística y la ética.
En esta ocasión, y a partir de la relectura de obras como Filosofía y poesía, El hombre y lo divino, y Los bienaventurados, Muñiz-Huberman fue hilando conceptos clave para conocer su propuesta.
Siguiendo un recorrido teórico-literario reflexionó en torno al vínculo entre pensamiento y poesía, y a la relación entre lo humano y lo divino. Lo cual le permitió profundizar tanto en la dimensión mística, como en la histórico-filosófica de Zambrano.
Otro tema central de la exposición fue la importancia de la palabra como instancia de revelación, especialmente en la figura de Job considerando su historia “drama de la voluntad”. En tanto que la reflexión sobre el sueño partió del texto de Zambrano llamado Kafka y la poética de lo onírico.
No podía faltar el exilio como centro de las preocupaciones zambranianas, en tanto ruptura con la propia vida y, por lo tanto, como pérdida de lo sagrado. Y allí nuevamente es la palabra la que cobra fuerza, junto con el silencio que prefigura su aparición. La palabra, entonces, como el primer don del exilio, portadora de la historia de los seres humanos. Junto a la historia: el tiempo. Como origen del tiempo: la música. Para María Zambrano palabra y música, historia y tiempo forman una comunión inextricable.
“El universo de María Zambrano es un universo abierto que sobrepasa límites y medidas, circunscripciones y todo intento de enclaustramiento. Ha logrado fundir en un tronco de estilo las varias ramas de lo inefable. Las imágenes en las que vuela el alma de María Zambrano son los castillos interiores en los que la vida es sueño”, dijo Muñiz-Huberman.
Sandra Lorenzano, directora de la sede UNAM-Cuba y coordinadora de la Cátedra, dijo que tanto la filósofa española como Angelina Muñiz y otras exiliadas en nuestro país se dejaron abrazar con agradecimiento por los paisajes de México.
Fuente: Gaceta UNAM.
